top of page

David WOJNAROWICZ (con Diamanda GALAS), A Fire in My Belly, 1987

A Fire in My Belly sigue siendo el enigma central de un debate político. Un gran alboroto público acompañó a la retirada del trabajo de Wojnarowicz de la National Portrait Gallery, y con buena razón. Su censura inicial aparentemente no tenía nada que ver con el arte sino con la homofobia y los intentos de grupos de derecha para incitar el miedo entre sus electores acerca de la erosión de los valores "tradicionales" cristianos a través de una deliberada distorsión del trabajo de Wojnarowicz. Además, los periodistas que apoyaron la posición en contra de la censura de A Fire in My Belly también tuvieron parte de la culpa en e la propagación de la desinformación. En las semanas y meses que siguieron a la eliminación del trabajo, defensas apasionadas de Wojnarowicz se centraron en la lectura de la obra como una respuesta categórica a la crisis del sida de 1980. Más recientemente, en un intento de aclarar las cosas, algunos analistas han señalado que la obra se hizo antes de que el artista fuera diagnosticado como VIH positivo en 1987 (de acuerdo con Romberger, las imágenes para el fuego se grabaron en 1986) , antes de que se enterara del diagnóstico de su amigo Peter 

 

Hujar, y antes de convertirse en un participante activo en el movimiento contra el SIDA en los derechos. Su trabajo también fue aislado de su activismo, y ningún trabajo suyo puede ser entendido como estrictamente activista. El crítico de The New Republic, Jed Perl, recrimina a los "liberales" por estar siempre "demasiado dispuestos a convertir las obras de arte en los puntos de debate," del mismo modo que condena "las tácticas repugnantes de los conservadores católicos y miembros republicanos del Congreso."  A pesar de esto, la controversia nunca fue por la obra en sí mismo y ésta ha permanecido como un símbolo para ambos lados del debate [...]

 

Un análisis de ambos lados del debate lleva de nuevo a las dos versiones de A Fire in My Belly: la versión con la música de Diamanda Galás que se puede encontrar en YouTube, y la versión de cuatro minutos que se mostró y posteriormente retiró en la National Portrait Gallery. Ambas versiones tienen características que alteran sustancialmente el significado de la obra. La versión de YouTube con Galás tomó la banda sonora de su álbum Plague Mass, grabado en la Catedral de Nueva York de Saint John the Divine en 1991, en medio de una gran controversia. Composición que toma pasajes del libro del Levítico donde se aborda el tratamiento prescrito para aquellos que son considerados impuros por la Iglesia.

 

En ese momento, utilizó su álbum como una crítica al tratamiento que se tenía a las personas con SIDA por parte de la Iglesia Católica, indicando el papel que las políticas de educación sexual, basadas en la única medida de la abstinencia, jugaron en la propagación del SIDA, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. Esta música fue utilizada en algunas de las escenas más directs del video, que representan imágenes religiosas (escenas con sangre y la imagen de Wojnarowicz cosiendo su boca, invocando el lema de los derechos de las personas con SIDA, el recurrente "Silencio = Muerte "), por lo que se presta a una lectura donde la obra se centra en el SIDA y la religión como temas dominantes.

 

 

En un artículo de 2006 para GLQ, Marvin Taylor sugiere que "La apropiación de Wojnarowicz conduce a la mayoría de la gente a una especie de nostalgia." La edición de Katz es quizás indicativa de esta nostalgia. De hecho, en muchos aspectos, es incluso propagandístico. Revela el deseo del comisariado por contar con momentos (imaginarios) de solidaridad que parecen muy alejados de la fragmentación aparente de movimiento LGBTQ de hoy [...] Recontextualizando escenas de las dos versiones (silenciosas) anteriores de los archivos de Wojnarowicz con los sonidos grabados de una protesta de ACT UP , sonido que se encuentra en los archivos del artista pero que no pertencen originariamente  a A Fire in My Belly, sirve para asociar a Wojnarowicz  con una narrativa particular de la historia del arte queer y  activismo queer. Aunque las imágenes de Wojnarowicz son incendiarias de por sí,  la banda sonora tiene el efecto de vincular los trabajos en un arco metafórico, enfatizando la rabia inscrita en las imágenes de Wojnarowicz (que siguen siendo discordante incluso cuando la película es completamente silenciosa) con los comunales cantos de cercanía que dominan la grabación de la manifestación de ACT UP : "Uno, dos, tres, cuatro: ¡los derechos civiles son una lucha civil! cinco, seis, siete, ocho: el SIDA no discrimina!"

 

FUENTE: Traducción de un texto de  Beth Capper disponible aquí

bottom of page