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Duelo y militancia

[...] Los rituales de duelo públicos pueden tener su propia fuerza política, sin embargo, suelen parecer, desde una perspectiva activista, autoindulgentes, sentimentales y derrotistas [...] El rechazo activista contra el duelo gira, en cierto modo, en torno al modo en que se interpreta el sida, o más bien, en dónde se pone el énfasis: si la crisis se percibe como una catástrofe natural accidental -el síndrome de una enfermedad que ha surgido aquí y ahora- o como el resultado de una inmensa negligencia y mendacidad política, una peidemia que se permitió que ocurriera [...]

 

Freud nos cuenta que el duelo no sólo es la reacción contra la muerte de la persona amada, sino también a "la pérdida de cierta abstracción que ha ocupado un lugar, como la patria, la libertad, un ideal ..." ¿Podemos incluir en esta lista "civilizada" el ideal del propio placer sexual perverso en lugar de uno que provenga de su sublimación? Durante el lúgubre peaje de la muerte, lo que hemos perdido la mayoría de nosotros es la cultura de las distintas posibilidades sexuales: cuartos oscuros, tea rooms, librerías, cines y saunas; los camienos, el muelle, el campo, las dunas. El sexo estaba en todas partes y nosotros queríamos arriesgarnos: lluvias doradas y deportes acuáticos, chupar pollas y besos negros, follar y practicar el fist fucking. Ahora, nuestros impulsos salvajes o están prohibidos de nuevo o están protegidos con látex. Incluso Crisco, el lubricante que usábamos porque era comestible, está prohibido porque rompe la goma. los juguetes sexuales ya no sirven para aumentar las posibilidades del sexo sino para ofrecer sustitutos más seguros [...] Nuestros placeres nunca fueron tolerados, nosotros los tomamos sin pedir permiso. Y ahora, también debemos estar de duelo por ellos [...]

 

No hay ninguna duda de que tengamos que luchar contra la violencia inefable que nos inflinge la sociedad en la que encontramos. Pero si somos capaces de entender que la violencia es capaz de recoger sus más horribles recompensas a través de mecanismos puramente psíquicos que nos hacen parte de esta misma sociedad, entonces seremos capaces también de reconocer -junto con nuestra ira- nuestro terror, nuestra culpa, y nuestra profunda tristeza. Militancia entonces, por supuesto, per también duelo: duelo y militancia.

 

FUENTE: Extraxto del artículo completo que se encuentra en CRIMP, D., Posiciones críticas, Madrid, 2005, pp. 99-113.

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